Recientemente podríamos ver otro paso importante hacia la modernización de dinero. El iZettle, un dispositivo que permite a los pequeños comerciantes aceptar pagos con tarjeta de crédito, llega al Reino Unido tras un exitoso lanzamiento en otros mercados. Sin embargo, el fracaso de las grandes empresas de pago a la hora de acordar unos estándares comunes acerca de cómo utilizar estos sistemas de dinero móvil podría hacer que la idea no acabara de despegar.
El iZettle es un pequeño lector de tarjetas que se conecta a iPhones, iPads y a varios teléfonos inteligentes o tablets con Android. Está diseñado para ser utilizado por cualquier pequeño comerciante que no pueda pagar la infraestructura necesaria para aceptar pagos mediante tarjetas de crédito. El cliente entrega su tarjeta al comerciante -o fontanero o limpiacristales-, éste la pasa por el dispositivo y, luego, el cliente firma la compra. El comerciante paga una comisión del 2,75% por transacción y el consumidor puede utilizar su tarjeta plástica en lugar de dinero en efectivo en sitios que antes no podía.
El iZettle se lanzó en Suecia hace un año y, de acuerdo con el cofundador Jacob de Geer, ahora lo utilizan más de 75.000 pequeñas empresas y personas en seis países.
La gran pregunta en el Reino Unido, sin embargo, es si a los consumidores les gustará la idea de introducir sus tarjetas en este dispositivo. Y ahí está el problema. El iZettle cuenta con el respaldo de marcas importantes, incluyendo el operador de telefonía móvil EE y las empresas de pagos Mastercard y American Express.
Sin embargo, la otra empresa importante del sector de las tarjetas, Visa, ha invertido en una opción de mayor renombre en el área de los pagos móviles. Square, puesta en marcha por el fundador de Twitter Jack Dorsey, está haciendo rápidos progresos en el mercado de los Estados Unidos y actualmente está valorada en algo más de 3 mil millones de dólares.
Lo que la gente no pudo dejar de advertir en el acto de presentación del iZettle es que pagar con Visa es mucho más difícil que con otras tarjetas. Mientras que con Mastercard o American Express el consumidor sólo presenta su tarjeta y firma, los usuarios de Visa tuvieron que entregar sus números de teléfono e introducir los detalles de seguridad en sus propios teléfonos.
Parece que Visa no está demasiado interesada en el sistema de seguridad que utiliza el iZettle, a pesar de que la compañía sueca afirma que tiene una tasa de fraude más baja que las transacciones mediante chip y pin. Al preguntar a Visa sobre el asunto, la empresa realizó esta declaración: «Seguimos trabajando con iZettle para desarrollar una solución de punto de venta móvil para Europa totalmente compatible con Visa Europe».
El problema es que cualquier tipo de fricción en un sistema de pagos móviles es molesto y llevará a muchos a la conclusión de que es mejor seguir utilizando el dinero en efectivo.
Existen numerosas tecnologías diferentes de pago móvil pertenecientes a todo tipo de empresas, pero todas ellas parecen tener diferentes maneras de verificar la identidad de los clientes. Sin embargo, con pocas pruebas de un gran entusiasmo por el dinero móvil -a menos que nos haga la vida más fácil- sin duda es hora de que la industria de los pagos se ponga de acuerdo y establezca algunos estándares comunes.
Fuente: BBC Technology News.