Una investigación reciente en el sector bancario parece sugerir que una mayor inversión en tecnologías de la información (TI) no aumenta necesariamente los beneficios, pero sí podrían hacerlo inversiones bien estudiadas, en áreas concretas.
Una vez más, McKinsey ha publicado los resultados de la encuesta de evaluación comparativa que realiza anualmente con una docena de bancos estadounidenses. Tras el análisis realizado ha llegado a una conclusión muy clara: aumentar la inversión en tecnologías de la información no es tan necesario como analizar bien en qué áreas se realiza la inversión.
Para elaborar el análisis, se encuestó a un pequeño grupo de ejecutivos de cada banco (unos 40 ejecutivos en total), acerca de diversas variables, incluyendo:
- La cantidad de dinero invertida por los bancos en el desarrollo de aplicaciones
- El nivel de funcionalidad que los ejecutivos consideran que las tecnologías de la información proporcionan a la empresa (medido como índice de eficacia de TI)
- La rentabilidad global de los bancos
En las respuestas, apenas se observa una correlación de un 14% entre la cantidad invertida en el desarrollo general de aplicaciones y los resultados finales de los bancos. Sin embargo, la inversión en áreas específicas de TI, concretamente, en la automatización y el análisis de clientes y grandes volúmenes de datos (big data), sí parece estar relacionada significativamente con una mayor rentabilidad.
En conclusión: los directivos deberían invertir en TI de forma más inteligente, no necesariamente más.
Fuente: MacKinsey