Las industrias más maduras están siendo transformadas por innovaciones disruptivas que generan productos y servicios más baratos y de mejor calidad. Existen numerosas señales de advertencia sobre estos cambios, pero muchos ejecutivos se empeñan en mirar hacia otro lado.

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Todas las empresas deberían aprender a enfrentarse a lo que se denomina su inevitable truth (certeza inevitable): la desaparición de los sectores maduros y de sus empresas participantes y el surgimiento de nuevos jugadores impulsados por las nuevas tecnologías.

Son acontecimientos que van a ocurrir con certeza, aunque existe incertidumbre sobre el momento en el que se alcanzará una masa crítica de usuarios que precipite el declive de unos y el lanzamiento de otros de manera irreversible.

El sector financiero, uno de los principales lobbies económicos y políticos a nivel global, es uno de los más «acorralados» en la actualidad por la continua aparición de empresas tecnológicas que ofrecen servicios de intermediación financiera, de medios de pago y hasta de mediación en los mercados de valores.

Estas son 6 importantes razones por las que los servicios financieros se dirigen hacia un futuro plenamente digital, su certeza inevitable:

1. El dinero digital es inevitable.

Es mejor, permite retener una historia completa de su uso y transferencia, es más barato porque se mueve por todo el mundo a un coste marginal casi nulo… y es más seguro, pues no necesita cajas fuertes, coches blindados, etc.

2. La digitalización del dinero no es una novedad.

Hace ya décadas que los participantes mayoristas del sistema financiero «abandonaron» los documentos físicos y otros instrumentos para transferencias de gran valor, operaciones de divisas, valores y deuda pública, pasando a utilizar un procedimiento puramente digital, más rápido y más barato.

3. La crisis de liquidez y de confianza

La crisis de liquidez y de confianza en el sistema financiero internacional agravada tras la quiebra de Lehman Brothers (septiembre de 2008) tuvo dos grandes consecuencias en la mayoría de los países desarrollados: la fuga de capitales de las entidades bancarias y la restricción del crédito a empresas y hogares. Después de seis años, las empresas y los consumidores han evolucionado hacia una vida sin intermediarios bancarios.

4. Las recientes innovaciones

Las recientes innovaciones, como Bitcoin, Square o Robin Hood, están implantando la digitalizacción del dinero en la vida diaria de empresas y consumidores: el segmento con mayor número de operaciones y el más rentable de los servicios financieros. En Europa, los jugadores de «pagos alternativos» apenas representan el 1,5-2% del conjunto de las operaciones, pero se estima que superará el 15% en 2020.

5. La involucración de las grandes empresas tecnológicas

Las innovaciones iniciales han sido protagonizadas por «pequeñas» empresas tecnológicas y cabía la posibilidad de que los grandes bancos las adquirieran como mecanismo de defensa ante este «intrusismo», pero la involucración de las grandes empresas tecnológicas (Google, Apple, Amazon y Facebook) en el sector financiero representa una amenaza sin capacidad de respuesta para el lobby bancario.

6. La generalización del uso del móvil en operaciones financieras.

El desarrollo de aplicaciones en los teléfonos inteligentes está reduciendo las necesidades del contacto físico para la realización de operaciones financieras habituales.

Es probable que las «presiones» originen modificaciones normativas que intenten frenar estas innovaciones y mantener unos privilegios insostenibles a corto plazo, pero a medio plazo el proceso es inevitable.

La velocidad del cambio es incierta. El resultado del mismo no lo es.

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Crédito de la imagen: www.occupycorporatism.com