A los bancos les ha salido una fuerte competencia en las fintech, que amenazan la práctica totalidad de sus nichos de negocio. La inversión en fintech continúa al alza y cada vez surgen más startups con ideas innovadoras con las que pretenden revolucionar el sector financiero. Los expertos coinciden en que a los bancos no les queda mucho margen; deben renovarse o desaparacerán. Sin embargo, la estrategia con la que cada uno de ellos está afrontando este problema varía: algunos, como Bank of America han optado por llevar a cabo sus propios desarrollos en tecnologías financieras a nivel interno; otros, como JPMorgan Chase, han preferido colaborar con estas nuevas empresas fintech e invertir en sus desarrollos para posteriormente aprovechar los productos resultantes, incorporándolos a su oferta; la tercera opción es una estrategia combinada de desarrollo interno e inversión en startups fintech. Esta última es la estrategia adoptada por Citigroup y parece que le podría estar funcionando, a la vista de sus últimos resultados.

 

La estrategia fintech del Citigroup

 

Solo una semana después de hacerse cargo del negocio de banca minorista del Citigroup el año pasado, Stephen Bird se dirigió a Silicon Valley para reunirse con inversor de capital riesgo Marc Andreessen y otros lumbreras de la tecnología. El objetivo de la reunión era investigar cómo podría el Citigroup hacer frente a la horda de startups fintech que están surgiendo y sobrevivir al difícil reto que plantea su entrada en el sector.

La idea se la dio el CEO de Salesforce.com, Marc Benioff, quien le aseguró que no conseguiría cambiar la cultura y el funcionamiento de un banco de semejantes proporciones de una sola vez. En su lugar, le recomendó crear una unidad de élite dentro del banco, especializada en fintech, capaz de operar con la rapidez y agilidad de una startup.

Bird decidió hacerle caso y creó Citi FinTech, una unidad formada por unos 40 empleados, algunos de ellos elegidos entre los distintos departamentos de Citigroup y otros captados de empresas como Amazon o PayPal.

La unidad especializada en fintech, instalada en la décima planta de un edificio propiedad del Citigroup en East River, en Queens, Nueva York, se ha centrado en la creación rápida de prototipos, trabajando en proyectos de dos semanas. Gracias a este sistema han conseguido acelerar considerablemente el desarrollo de nuevos productos o herramientas.

Según Bird, Citigroup presentará la nueva versión de su aplicación de banca móvil en el cuarto trimestre de este año, tan solo 10 meses después de haber iniciado su desarrollo y la aplicación incluirá un gran avance: el reconocimiento facial. Los usuarios solo tendrán que mirar a la pantalla de su teléfono para poder acceder a la aplicación. Citigroup habría tardado años en lograr un desarrollo como este, antes de la creación de la unidad especial.

Al frente de esta unidad especial, Bird ha puesto a Heather Cox, que había llegado a Citigroup hace apenas dos años, procedente de Capital One, para dirigir otra unidad de negocio digital. Cox no solo tiene una amplia experiencia trabajando en el sector de las tecnologías digitales, sino también como usuaria. En su teléfono tiene instaladas y utiliza habitualmente en su día a día diversas aplicaciones fintech de la competencia. Básicamente, porque según ella, has de conocer qué están haciendo los demás para ver a dónde debes dirigirte.

No obstante, la competencia se mueve cada vez más rápido y con más financiación y cada día surgen nuevas empresas que amenazan el negocio de los bancos. Sólo el año pasado se invirtieron 19.000 millones de dólares en startups de tecnologías financieras; lo que supone un asombroso aumento desde los 2.000 millones invertidos hace apenas cinco años. En marzo, la firma de investigación Venture Scanner afirmó estar siguiendo a 1.379 empresas Fintech, con una financiación combinada de 33.000 millones de dólares.

En vista de estas cifras no hay duda de que la oportunidad de negocio para las fintech en enorme. Los ingresos generados por el negocio de la banca minorista, solo en Norteamérica, ascendieron a 850.000 millones de dólares en 2015 y se espera que aumente cerca de un 50% en los próximos 7 años, hasta alcanzar la cifra de 1,2 billones de dólares.

El período más complicado para los bancos todavía está por venir. Según un informe de 112 páginas, publicado por el departamento de investigación del Citigroup con el título “Digital Disruption. How FinTech is Forcing Banking to a Tipping Point”, se avecina un cambio radical. Los analistas del Citigroup señalan que por el momento, las fintech se han hecho solo con un pequeño porcentaje de los ingresos de los bancos, alrededor de unos 9.000 millones de dólares anuales, pero se prevé que en los próximos cuatro años, los ingresos de las fintech aumenten más de 10 veces, pudiendo alcanzar la cifra de los 100.000 millones de dólares. Según el informe, en 2023, las fintech acapararán en Norteamérica el 17% de los servicios de banca móvil minorista, lo que equivale a unos 203.000 millones de dólares; y esta denominada “revolución Fintech” acabará con casi un tercio de la plantilla de los bancos tradicionales en los próximos 10 años.

Según Bird, las fintech lo cambiarán todo, cambiarán el funcionamiento de todos los bancos y otras instituciones tradicionales y, con ello, nuestras vidas. Los bancos están, en su opinión, en una lucha darwiniana por su existencia, es decir, se encuentran en una fase de extinción; y lo que sucede en este tipo de fases es que o te adaptas rápidamente y consigues desarrollar nuevos medios de competencia o te extingues.

El principal reto de los bancos en los próximos años es recuperar su clientela. La banca tenía sus clientes de toda la vida, pero dejó que las fintech le robaran algunos de esos clientes. Ahora debe frenar ese trasvase de clientes y recuperar los perdidos.

Para Cox la solución está en ofrecer un acceso centralizado los mejores servicios de tecnologías financieras a través de la aplicación del Citigroup. Por eso, la nueva app del Citigroup tendrá una arquitectura abierta, de forma que los consumidores puedan acceder a través de ella, no solo a los servicios del Citigroup, sino también a las mejores funciones de las apps fintech más inteligentes.

Cox lo denomina “fintegration”, una palabra acuñada por ella misma a partir de los términos “fintech” e “integración”.

Para ello, además de la unidad especial encargada de llevar a cabo diversos desarrollos a nivel interno, el Citigroup también ha invertido en diversas empresas fintech.  De hecho, de todos los grandes bancos, Citigroup es el que cuenta con la mayor cartera de inversiones en fintech:

  • La dirección de fintech del banco de inversión del Citi, con sede en Nueva York, dirige un fondo que invierte en startups, incluyendo las especializadas en fintech.
  • Y también cuentan con Citi Ventures: una operación de capital riesgo con sede en Silicon Valley, centrada principalmente en las oportunidades en Fintech.

No obstante, las inversiones que estas unidades del banco realizan en las startups no conllevan necesariamente una asociación con Citigroup. Cada unidad de negocio, a título individual, debe negociar sus propios acuerdos. Y esta es precisamente otra de las novedades en la estrategia del Citigroup: cada división del Citi puede tomar sus propias decisiones estratégicas sobre cómo hacer frente al reto de las fintech y cuánto invertir en ello.

Por ejemplo, mientras en la división de banca minorista la estrategia adoptada por Bird y Cox es una mezcla de colaboración con determinadas fintech y desarrollo de tecnologías a nivel interno dentro de la unidad especializada Citi Fintech, en el caso de la división de pagos institucionales, dirigida por Naveed Sultan y Hubert J.P. Jolly, no existe ninguna unidad especializada.

En cualquier caso, el objetivo está claro:

  • Evitar que las fintech ganen más terreno y recuperar los clientes perdidos.
  • Y colaborar con las mejores startups fintech para convertirse en una pieza fundamental del puzzle.

Ahora parece un buen momento para recuperar ese terreno perdido, dado que algunas de las fintech más conocidas, especialmente las del sector de los préstamos, como Lending Club u OnDeck, no atraviesan su mejor momento. En cualquier caso, no será fácil. Para las startups es más sencillo concentrarse en una única línea de negocio, mientras que los megabancos han de competir en múltiples frentes, dado que prácticamente todas las líneas de negocio de los bancos están amenazadas por una o varias startups. Por otra parte, los bancos han quedado bastante debilitados por la enorme crisis financiera mundial que hemos vivido en los últimos años.

No obstante, la estrategia de diversificación del Citigroup parece estar dando sus frutos. El banco se ha mantenido constantemente a la cabeza entre sus pares en cuanto a innovación tecnológica. Fue uno de los primeros en ofrecer la posibilidad de depositar cheques desde un teléfono móvil y continúa avanzando rápidamente en su transformación hacia lo digital.

Según las últimas cifras del Citi (que ya tienen un año):

  • Más del 46% de sus clientes utilizan algún tipo de banca en línea, ya sea desde un ordenador de escritorio o desde un dispositivo móvil, frente al 45% de sus pares.
  • Un 36% del volumen de las ventas de los productos de banca minorista del Citigroup procede de una de las plataformas digitales del Citi, frente a solo el 15% en los otros grandes bancos.
  • En el último año, el número de usuarios móviles del Citigroup aumentó casi un 26%.

En cualquier caso, queda mucho por hacer y los próximos años y las decisiones que tome cada participante durante este período de transición serán determinantes para la supervivencia o extinción de la banca en el sector financiero del futuro.

Fuente: Fortune

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