Desde la creación de la ya famosa moneda virtual Bitcoin en 2009, la identidad de su creador ha sido todo un misterio, dado que éste eligió permanecer en el anonimato y, en lugar de su nombre real, utilizó un pseudónimo: Satoshi Nakamoto. A lo largo de los últimos años, numerosos medios de comunicación, personal de diferentes gobiernos y miembros de la comunidad de Bitcoin han tratado de descubrir su verdadera identidad sin conseguirlo. Finalmente, el misterio parece haberse resuelto, tras la revelación de Craig Wright en la BBC, The Economist y GQ, a comienzos de esta semana. Wright afirma que él es Satoshi Nakamoto, pero… ¿Estará diciendo la verdad? Y, en ese caso… ¿Por qué habría decidido desvelar su identidad justo ahora?

Craig Wright, supuesto creador de Bitcoin

Craig Wright // Fuente: drcraigwright.net

En realidad, Craig Steven Wright, un científico australiano especializado en ciencias de la computación, experto en seguridad informática y hombre de negocios, podría perfectamente ser Satoshi Nakamoto. De hecho, hace apenas cinco meses que su nombre saltó a la palestra, cuando dos reconocidas revistas Wired y Gizmodo publicaron sendos artículos en los que señalaban a Wright como supuesto creador de Bitcoin. En ellos, proporcionaban diferentes pruebas, bastante convincentes, que habían recibido a través de la filtración anónima de un hacker. Y, poco después, la policía federal australiana registraba su casa en relación con una investigación de la Oficina de Hacienda del país.

Es verdad que, si bien las pruebas filtradas eran muy convincentes, no dejaban de ser meras pruebas circunstanciales y, en ningún caso, dejaban claro que Wright fuese Satoshi Nakamoto. Sin embargo, era la primera vez que había algún tipo de prueba al respecto (puedes ver un resumen de las pruebas disponibles en el artículo sobre el registro en casa de Wright).

Anteriormente, distintos medios de comunicación señalaron a otras personas como supuestos creadores de Bitcoin, entre ellas: Nick Szabo, Gavin Andresen, Hal Finney o Michael Clear, en su mayoría, expertos en criptografía o desarrolladores de Bitcoin.

El listado de nombres es realmente amplio. La diferencia es que en esos casos, no había ninguna prueba, sino que los artículos eran el resultado de meras especulaciones teóricas de algún periodista.

En cambio, en el caso de Wright, la filtración develó numerosos correos electrónicos y transcripciones de la época de la creación de Bitcoin y de los años posteriores, así como otros documentos legales, que apuntaban a que Wright creó Bitcoin en colaboración con su amigo y analista en informática forense Dave Kleiman. Lamentablemente, Kleiman falleció en 2013, por lo que no puede confirmar ni desmentir la veracidad de dichos documentos.

Las investigaciones de Wired y Gizmodo desvelaron también que, a lo largo de los últimos años, Wright había reconocido su participación en la creación de Bitcoin en más de una ocasión ante diferentes personas, aunque siempre en entornos privados. No obstante, una vez más, eso no demuestra nada, dado que Wright podría estar mintiendo.

Cuando la noticia saltó a la luz, hace cinco meses Wright guardó silencio y se mudó a Londres, donde tiene una empresa, según él, para tratar de escapar del revuelo mediático y porque le parece un emplazamiento mejor para dirigir una empresa de tecnologías financieras.

Sin embargo, algo parece haberle hecho cambiar de opinión, porque finalmente Wright ha reconocido abiertamente ser Natoshi Nakamoto, originando, en esta ocasión, no sólo un gran revuelo mediático, sino también un amplio debate en las redes sociales entre los que confían en su palabra y las pruebas que ha proporcionado y los que se mantienen escépticos.

El debate entre partidarios y detractores

Wright ha señalado que no quería dar a conocer su identidad, pero que se ha visto obligado a hacerlo debido a la enorme presión mediática que él y sus seres queridos han sufrido en los últimos cinco meses, tras la publicación de los artículos de Wired y Gizmodo. Según él, la noticia ha dado lugar a toda una serie de rumores que han afectado de forma negativa a sus familiares, amigos e incluso empleados y que lo único que busca al desvelar su identidad es frenar esa vorágine y que los medios de comunicación dejen de perseguirlos a él y a las personas que quiere.

«No busco publicidad, pero quiero dejar las cosas claras», señaló Wright quien dijo haber elegido el nombre de «Nakamoto» por un filósofo y comerciante japonés del siglo XVII, Tominaga Nakamoto, que era muy crítico con el pensamiento imperante en su época y favoreció el libre comercio. No obstante, no quiso decir por qué eligió «Satoshi»: «Algunas cosas deben permanecer en secreto», señaló con tono misterioso.

Otros, en cambio, piensan que todo es un montaje articulado por Wright, incluyendo la filtración anterior, aunque todavía no está claro cuál podría ser el objetivo.

Tras enviar un comunicado a la BBC, The Economist y QC en el que afirmaba ser Natoshi Nakamoto, para demostrar su identidad, el 2 de mayo, Wright publicó en su blog un artículo en el que ofrecía una prueba criptográfica que respaldaba su afirmación.

Además, previamente se reunió en privado con diversos medios de comunicación y miembros de la comunidad de Bitcoin para proporcionarles pruebas al respecto.

De su parte están personas como Jon Matonis, el director fundador de la Fundación Bitcoin, quien tras una reunión con Wright, en la que éste ha presentado diversas pruebas al respecto, ha afirmado estar convencido de que Wright es Satoshi Nakamoto.

 

Tweet de Jon Matonis sobre Craig Wright como creador de Bitcoin

 

Al parecer, Matonis ya sospechaba de Wright con anterioridad y ha escrito un artículo en su blog en el que describe determinadas interacciones anteriores con él que le habían llevado a pensar que trataba del creador de Bitcoin.

 

«Durante las sesiones de demostración en Londres, he tenido la oportunidad de examinar los datos pertinentes en tres líneas distintas: criptográfica, social y técnica. Sobre la base de lo que he visto, creo firmemente que Craig Steven Wright satisface las tres categorías», escribió Matonis.

 

También ha recibido el apoyo de Gavin Andresen, actual científico jefe de la Fundación Bitcoin, a quien Satoshi Nakamoto dejó al cargo de la moneda cuando decidió desaparecer.

Andresen escribió en su blog un artículo en el que daba a conocer su opinión ya en la primera línea:

 

“Creo que Craig Steven Wright es la persona que inventó Bicoin”.

 

Andresen mantuvo contacto hace años con Satoshi Nakamoto, pero no llegó a conocerlo en persona (en realidad, nadie lo ha visto nunca en persona; de ahí la dificultad de identificarlo). Sin embargo, tras una conversación que mantuvo con Wright por correo electrónico y que, según Andresen le recordó a las que había mantenido hace años con Nakamoto, se dirigió a Londres para reunirse con Wright y ver qué pruebas le mostraba.

 

Después de pasar tiempo con él estoy convencido más allá de toda duda razonable: Craig Wright es Satoshi”, añadía Andresen en su blog. “Parte de ese tiempo se dedicó a una cuidadosa verificación criptográfica de mensajes firmados con claves que sólo Satoshi debería poseer. Pero incluso antes de ser testigo de la firma con las claves y de su posterior verificación en un equipo limpio que no podría haber sido manipulado, estaba razonablemente seguro de que estaba sentado al lado del Padre de Bitcoin”.

 

Sin embargo, expertos en seguridad informática, entre ellos, Dan Kamisky, han declarado que la prueba presentada en su blog no demuestra nada. Y que la demostración realizada por Wright ante Andresen, similar a las que realizó para otros medios de comunicación, podría estar manipulada.

Al parecer, el engaño podría estar en el proceso de verificación. Andresen no pudo verificar la firma en su propio ordenador portátil, por lo que, según los escépticos, el software utilizado por Wright en la demostración podría estar manipulado. Sin duda surgen muchas preguntas. Entre ellas: ¿Por qué Wright no entregó una copia de la firma a Andresen para que pudiera repetir posteriormente el proceso de verificación en otro ordenador? Aunque según Wright, fue para evitar posibles filtraciones antes de que saliera a la luz la noticia.

La opinión de The Economist, también presente en la reunión

The Economist fue uno de los medios de comunicación, junto con la BBC y GQ, que se reunieron con Wright antes del anuncio.

 

“Lo entrevistamos, revisamos los documentos que nos proporcionó y hablamos con miembros de la comunidad Bitcoin que mantuvieron comunicaciones con el Sr. Nakamoto en el pasado y que tenían acceso a la misma información. Nuestra conclusión es que el Sr. Wright podría ser perfectamente el Sr. Nakamoto, pero que todavía quedan importantes cuestiones por resolver. De hecho, puede que nunca sea posible establecer más allá de toda duda razonable quién creó realmente Bitcoin”, señala The Economist en su artículo.

 

Según The Economist, Wright tendría que completar varias pruebas para demostrar su identidad:

1. Demostrar que tiene en su poder las claves criptográficas utilizadas anteriormente por Nakamoto y que solo éste debería poseer.

2. Ofrecer una explicación convincente para todos los misterios que quedaron sin resolver hace cinco meses.

3. Demostrar que tiene los conocimientos técnicos y medios informáticos necesarios para desarrollar un sistema como el de Bitcoin.

4. Comprobar que su imagen y personalidad coincidan con las mostradas anteriormente por Nakamoto.

 

Sobre las claves:

Algunos afirman que un modo de demostrar su identidad sería utilizando las claves PGP privadas utilizadas anteriormente por Nakamoto. Sin embargo, Wright afirma tener las claves PGP, pero también dice que utilizarlas no demostraría nada; y expertos como Jerry Brito, director ejecutivo de Coin Center están de acuerdo con él. Por eso, en su lugar, ha utilizado otro tipo de clave, la clave criptográfica pública asociada a las operaciones realizadas con bitcoins.

Esa clave pública, conocida como “dirección bitcoin” sería el equivalente en el sistema de Bitcoin al numero de cuenta bancaria y es necesaria para realizar cualquier operación con bitcoins, dado que garantiza que es el propietario de esos bitcoins en cuestión quien los está utilizando. La clave pública tiene asociada, a su vez, una clave privada, que sería el PIN secreto o la firma que el propietario debe introducir para poder transferir bitcoins a otra dirección bitcoin.

Otra opción para obtener bitcoins es con la minería, es decir, como recompensa a cambio de proporcionar potencia de computación para verificar las transacciones realizadas en el sistema. Esas recompensas en forma de bitcoins se transfieren automáticamente a la dirección bitcoin del minero en cuestión y su dirección queda asociada al bloque correspondiente de la blockchain.

Teniendo en cuenta que en los comienzos de Bitcoin, lo más probable es que Nakamoto fuese el único minero, debería ser también el propietario de las correspondientes claves privadas asociados a esos primeros bloques. En este sentido, se sabe con seguridad que la clave del bloque 9 es de Nakamoto, dado que la utilizó para enviar bitcoins a Hal Finney y éste confirmó la identidad del emisor antes de su muerte, por lo que si Wright demuestra estar en posesión de la clave privada asociada a ese bloque, estaría proporcionando una prueba bastante concluyente de que es Nakamoto.

Y de hecho, eso es precisamente lo que ha hecho. Wright afirma estar en posesión de la clave privada del bloque 9 y, a modo de demostración, firmó un documento con la clave y publicó en su blog el identificador único generado en el proceso, más conocido como «firma digital», junto con una explicación detallada de cómo verificar, a partir de esa firma, que la clave privada corresponde a la del bloque 9.

 

Firma digital publicada por Wright para su verificación

Fuente: drcraigwright.net

 

Por su parte, The Economist reconoce que durante su encuentro con Wright, éste realizó la verificación en persona ante ellos, no solo de la clave del bloque 9, sino también del 1 de la blockchain. Sin embargo, en aquel momento y, al igual que en el caso de Andresen, Wright tampoco les proporcionó una copia de la firma para que pudieran realizar su propio proceso de verificación independiente, por lo que en el momento en el que redactaron el artículo todavía no habían podido realizar una verificación completa.

En cualquier caso, The Economist señala que Wright “parece estar en posesión de las claves, la menos de la del bloque 9”, aunque muestra ciertas reticencias por el hecho de que Wright no haya hecho pública la firma digital del bloque 1, ni haya querido firmar otro documento enviado expresamente por ellos.

Otra forma de demostrar que está en posesión de las claves sería la de transferir algunos de esos bitcoins. Sin embargo, Wright afirmó que no puede transferirlos debido a que están almacenados en un fondo y, por lo tanto, actualmente, no se encuentran bajo su control. Esta información coincide con los documentos desvelados hace cinco meses en la filtración.

 

Sobre los misterios no resueltos hace cinco meses:

The Economist reconoce que Wright está haciendo ahora grandes esfuerzos para llenar rellenar esos huecos en su historia, proporcionando un montón de documentos y explicaciones y que ha logrado resolver gran parte de las dudas entorno esos misterios, pero no todas.

 

Sobre su formación:

Según su CV y otros documentos relacionados, publicados por Wright, estaría sobradamente cualificado, con varias titulaciones, un amplio listado de certificaciones industriales y experiencia en puestos relacionados con la seguridad informática, además de un máster en Estadística por la Universidad de Newcastle (Australia), otro en Derecho por la Universidad de Northumbria (Gran Bretaña) y varios másters en TI y Gestión por la Universidad Charles Sturt (Australia). Al parecer también ha enviado para su valoración una tesis doctoral en Ciencias de la computación y, actualmente, está cursando un programa de máster en Ciencias financieras en la Universidad de Londres. Para demostrar su veracidad, Wright ha proporcionado los diplomas y certificados oportunos para la inmensa mayoría de los títulos.

Además cuenta con numerosas publicaciones, entre ellas, cerca de 100 artículos, libros y capítulos de libros, en su mayoría sobre seguridad informática y alguno sobre economía y gestión de riesgos. Y, al parecer, también ha escrito varios artículos sobre Bitcoin, que todavía están en fase de revisión por pares, pero que, según él, serán publicados muy pronto. The Economist afirma haber visto algunos de ellos y, según sus analistas, demuestran que “Wright tiene un dominio sólido del tema, aunque no excepcional”.

 

Sobre los medios técnicos a su disposición:

En cuanto a los medios técnicos, Wright debía demostrar que tiene (o tenía en aquel momento) en su poder una supercomputadora con la potencia necesaria. Para ello, presentó una carta del Director de SGI en Australia en la que éste indicaba que su empresa había colaborado con Cloudcroft, una de las compañías de Wright, «para ayudar en el desarrollo de sus supercomputadoras y máquinas de hiperdensidad».

Wright afirma haber combinado la maquinaria de SGI con la de su principal competidor, Supermicro, para crear una supercomputadora denominada C01N, con una capacidad de cálculo numérico de 3,5 petaflops. Según señaló Wright para The Economist, esta gigantesca computadora se utiliza para probar sus ideas sobre cómo mejorar bitcoin. No obstante, no ha querido develar la ubicación de la máquina por motivos de seguridad.

 

Sobre su personalidad y si esta coincide con la de Nakamoto:

Esta parte es la más subjetiva. Según The Economist, Wright parece coincidir con Nakamoto en su gusto por la privacidad. Es evidente que no disfruta siendo el centro de atención, se mostró nervioso durante la entrevista y no quiso hablar de su familiar. Además, obtuvo la mayor parte de sus titulaciones en programas a distancia.

En cambio, Wright parece ansiar el reconocimiento, dado que, según The Economist, hizo especial hincapié en el elevado número de artículos que ha escrito y se puso en contacto con Andrew O’Hagan, autor de la biografía no autorizada de Julian Assange, el fundador de Wikileaks, para que escribiese su historia.

También hay un estudio de una empresa que se dedica a verificar la autoría de documentos que, tras haber analizado los documentos y correos escritos por Nakamoto con diversos documentos y correos escritos por Wright, afirma que no han sido escritos por la misma persona, a lo que Wright ha respondido que para la redacción del libro blanco de Bitcoin contó con la ayuda de su gran amigo Dave Kleiman.

No obstante, los que han mantenido alguna correspondencia con ambos, como Matonis o Andresen opinan que sí parece la misma persona.

 

¿Podría tener Wright algún interés oculto en hacerse pasar por Satoshi Nakamoto?

Algunos afirman que sí. Según The Economist, si se demuestra que Wright es realmente Satoshi Nakamoto, sus opiniones acerca del futuro de la moneda y del camino que su desarrollo debería tomar, sin duda, tendrían cierto peso en la comunidad.

 

bitcoin, la moneda virtual

 

De sobra es conocido que, en los últimos años, ha habido un acalorado debate en la comunidad de Bicoin acerca del futuro de la criptomoneda. El proyecto se ha visto frenado por una profunda división entre los que quieren mantener la esencia original de Bitcoin y aquellos que quieren modificar su funcionamiento para permitir que crezca con rapidez, incluso si eso significa transformarlo en un sistema de pago más convencional.

La principal controversia gira en torno al tamaño de los «bloques», nombre que reciben los lotes en los que se almacenan las transacciones de Bitcoin antes de ser validadas.

En este sentido, hay que señalar que tanto Matonis como Andresen son partidarios de ampliar el tamaño de los bloques y Wright está de acuerdo con ellos, habiendo afirmado que si pudiera reinventar bitcoin, lo programaría con un aumento constante del tamaño de bloque.

La vuelta a escena de Nakamoto (si realmente llega a producirse) podría cambiar la dinámica del debate e inclinar definitivamente la balanza en un sentido, poniendo fin al freno actual.

Y definitivamente, Wright parece tener grandes planes para influir en la evolución de Bitcoin. Según sus declaraciones, está a punto de publicar varios trabajos de investigación en los que muestra cómo mejorar el funcionamiento interno del sistema Bitcoin. También ha puesto de manifiesto su intención de publicar una prueba matemática de que no existe ninguna disyuntiva entre la adopción masiva de la criptomoneda y el hecho de que continúe siendo descentralizada.

En cualquier caso, no todo son ventajas. Como creador de Bitcoin, Wright podría enfrentarse a numerosos problemas legales. La moneda diseñada por Nakamoto elimina cualquier intermediario en las transacciones, dejando fuera a los bancos que actualmente cobran importantes comisiones por verificar las transacciones. Tampoco está demasiado claro cómo deben tributar en los diferentes países las operaciones realizadas con esta moneda virtual, por lo que no ha despertado precisamente mucha simpatía entre los diferentes gobiernos.

En este sentido, a lo largo de todos estos años, gobiernos y banqueros no han tenido una persona real a la que dirigir sus ataques, pero eso podría cambiar si se confirma que Wright es Nakamoto. Y muy pronto, podría verse inmerso en una maraña de requerimientos jurídicos.

En cualquier caso, está claro que demostrar quién es realmente Satoshi Nakamoto no va a ser tarea fácil.

Aún en el supuesto de que Wright fuese realmente Nakamoto o de que, posteriormente, surgieran otras personas afirmando lo mismo, podría no ser posible llegar a demostrar nunca, más allá de la duda razonable, quién creó Bitcoin realmente.

Habrá que ver qué nuevos datos van apareciendo en los próximos días…

 

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